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jueves, 6 de junio de 2013

Toros, toreros y toreos

El comentario de Ángel Arranz


Torería (2)
Ayer, corrida de la ¿beneficencia?, con ilustración especial del genuino torero alicantino Luis Francisco Esplá. Lleno hasta el reloj y hasta el palco real.
Y, hasta el número 27 de la última fila de la andanada 10 llegaba un extraño aroma ecléctico compuesto, en la forma, de torería y whiskerías; y en el fondo, por malaje o cenizo.
Debe de ser por la gracia y desgracia que nos caracteriza a los descendientes los íberos y los celtas. Ayer, en líneas generales, otra corrida desbravada, blanda y remendada. Cuatro toros de Valdefresno y dos –primero y sexto de Victoriano del Río.
Al frente de las cuadrillas Padilla, Morante y Castella. Un torero de época y dos valientes a carta cabal.
El “durísimo” público madrileño y forastero aplaude a Padilla en su reaparición en Las Ventas después de su gravísima cogida, incluida la pérdida de un ojo, hasta el punto de hacerle salir a saludar desde los medios. Saludo de agradecimiento y reconocimiento mutuos.
Bien empieza el melodrama. Sale el primer toro de la tarde, a la llamada de un subalterno, acude el toro con movilidad y fijeza metiendo parte de la cabeza en el burladero. El toro tiene calidad, Padilla lo ve al instante, y cerca de las tablas del 7, torea de capote por verónicas, delantales y dos medias como nunca antes lo había hecho en Madrid. “Varas y palos” de trámite; llega a la muleta con el mejor son, el de Jerez se dobla con muletazos de tanteo clásicos y toreros, pero… la calidad del toro es muy limitada, pronto aflora la flojedad del animal en las dos primeras tandas y el resto de la faena va de más a menos. Su segundo es la negación del toro bravo, cobarde y traidor, lo voltea con saña.
El primero de Castella muy protestado por inválido… o casi. En su segundo –sexto de la tarde- el lidiador de Beziers, intenta justificar su categoría de figura. Hace unos días, la  alcaldesa –de carambola- Sª. Botella, le entregó el trofeo que concede el Ayuntamiento al triunfador de la Feria de San isidro 2012, y ya lo fue de otra feria, es decir, Castella es un torero de verdad.
Vistoso y frío con el capote, comienza la faena de muleta con los pies hundidos en la boca de riego y de riesgo, el toro tarda en venirse como una locomotora desde el burladero que hace linde con los tendidos 6 y 7; varios muletazos aéreos cambiados tan meritorios y espectaculares como ¿equivocados? Muchos éxitos le han dado a Castella esa declaración de intenciones…pero no todos los toros tienen continuidad –por inciertos o violentos- para faenas de menos a más. Quizá tuvo que enseñarlo y someterlo pegado a las tablas  con ayudados por bajo hasta el tercio o los medios y  demostrarle que el que para, templa y manda es el torero. Los pases aéreos suelen ser poco o nada didácticos y dominadores. La cosa no pasó de los buenos propósitos ante un toro que pudo haber sido y no fue.
¿Y Morante?
Iba vestido de gala; una auténtica joya comparada con lo mejor de Arman o Dior. Dadas las desiguales  condiciones de su lote estuvo correcto tirando a superior.
La precisa y breve faena –sin despeinarse ni descomponerse- a su primer toro es de agradecer; si todos los toreros hiciesen esa o parecida lidia a marrajos o marranos así, nos ahorraríamos más de hora de tiempo baldío en los graderíos y haríamos más relaciones sociales o cordiales tomando un vino con amigos, vecinos de localidad o personas por conocer. En su segundo hubo intermitencias –como las tuvo el toro- de lidia con sabor añejo y de arte de torear con sabor a gloria. Varias verónicas, dos medias y muletazos verticales redondeados y sueltos, o flexionando las rodillas como para ilustrar los carteles más exigentes. Lo ayudados por bajo cerrando la faena de altibajos y casi inventada fueron bellísimos. El sainete con los aceros y el “rocanroll” de los corrales es otra historia. Por cierto, Morante, no abandona al toro hasta que está apuntillado, es lo torero; cuando el toro se echa, casi todos los toreros se van en busca de excusas, aplausos o pañuelos… mientras, en bastantes ocasiones, lo levanta un mediocre puntillero
Los escasos y torerísimos momentos que hubo en la corrida de ayer, se plasmaron en los espacios del sol, en concreto en los terrenos del 7. ¿Causalidad, casualidad? Claro, allí en el corazón del tendido, estaba de espectador el genial Rafael de Paula: ¿espejo de los espejos de Morante?
En la sombra, había caras conocidas, duras, operadas, oportunistas, atractivas, y más de una grises o gafadas. En fin entre la torería y la whiskería me quedo con la primera opción ¿Y usted?

             ¡Morante!
             Elegante
             Sinfonía
             Sintonía
             Alma
             Calma
             Aceros
             Ceros
             Señoría
             Pleitesía
             Polémico
             Modélico
             Doctor
             Seductor
             Importante
             ¿Tunante?
             Moderno
             Eterno
             Diamante
             ¡Morante!

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